Es innegable la estrecha e íntima relación existente entre las actividades de Inteligencia y Contrainteligencia ya que explotan las mismas fuentes, emplean medios, procedimientos y técnicas semejantes o iguales; y satisfacen necesidades recíprocas. Esto significa, que la gestión de Inteligencia y Contrainteligencia que se desarrolla dentro de una institución privada o del Estado, debe mantenerse siempre articulado y en constante contacto, lo que implica y exige dirección y mandos únicos.
Por tanto, el objetivo de la presente asignatura apunta a complementar los conocimientos de Inteligencia del alumno, respecto al desarrollo de la metodología de Contrainteligencia que le permita prevenir, detectar, identificar y neutralizar las acciones de inteligencia del adversario que comprometa o ponga en riesgo, la misión, visión u objetivos de la empresa o institución a la que presta o brinda sus servicios profesionales.
Las actividades de inteligencia, a través de los múltiples aspectos que la constituyen, contribuyen como factores primordiales a la seguridad de las organizaciones de mediana y gran envergadura. Se destaca en particular la rama de contrainteligencia por ser ella la que materializa en la práctica las verdaderas medidas defensivas que nos proponemos aplicar.
La contrainteligencia es importante, debido a que el adversario realiza su propia inteligencia; por ello, se requiere ejecutar y adoptar ciertas actividades y medidas que permitan contrarrestar su esfuerzo para obtener informaciones y evitar que el adversario o competencia, realice actos de sabotaje u otra actividad que vaya en contra de los intereses de la organización. Este conjunto de actividades que se desarrollan para oponerse al esfuerzo del adversario constituye la contrainteligencia